miércoles, 9 de mayo de 2012

LA CONQUISTA DEL CUERPO

«Por más ropas que se le cuelguen, la desnuda belleza del cuerpo sigue latiendo debajo»

Portada del libro de Isabelo Herreros "La conquista del cuerpo" (Editorial Planeta)

La conquista del cuerpo
 
Extraño destino el del cuerpo, que se desinhibe, se esconde, se desnuda y otra vez se cela… Isabelo Herreros nos lo muestra en su libro “La conquista del cuerpo” (Planeta), un ilustrado ensayo de cómo la carne brotó jubilosa con el advenimiento de la Segunda República: piscinas con señoritas en bikini, campos nudistas para ambos sexos, espectáculos con los senos al aire, novelas descocadas, publicaciones plenas de desnudos, filmes con chicas al natural, concursos de evas edénicas, competiciones deportivas con sucinta indumentaria… Isabelo Herreros asiste maravillado a la caída de la ropa en los años 30. Es como el viajero que goza íntimamente del paisaje. Hay que frotarse los ojos ante la visión de que, en un tiempo lejano, hubo tanta libertad
Ante este panorama, uno no puede evitar el lamento por lo que sucedería después con el franquismo: el aire libre sustituido por el palio, los bañadores proscritos, las piernas turgentes embutidas en pololos, los espectáculos de bellas coristas devenidos zafia astracanada, la literatura erótica trocada en panfleto moralizador, el sexo libre desnaturalizado por el prostíbulo…
De 1931 a 1939, se ganó el cuerpo. De 1940 a 1975, se lo perdió. En 1976, volvió a recuperarse. En los años 90, volvió a perderse, no por los vestidos, sino por la generalización de la cirugía estética, que viene a ser otra forma de tapar el cuerpo. Tal vez la crisis económica vuelva a traernos una nueva conquista.
            El seductor libro de Isabelo huye de todas las mojigaterías, incluida la actual, que se disfraza bajo lo políticamente correcto. El autor hace un canto a la epidermis como símbolo de la libertad sin ataduras, de la claridad, del desvaimiento de la superstición. En este sentido, es jacobino y revolucionario. El desnudo es sensual ¡faltaría más! y es también un arma de combate político. Por eso ocurrió durante la República. Y feneció con la Dictadura.
            El ensayo de Isabelo Herreros es un apasionado homenaje a la mujer. Sigue la pista de las pioneras, las heterodoxas, las rupturistas, las creadoras, las políticos… Quizá ha sido el período de la historia española en que la mujer ha sido más libre. Mucho más, por supuesto, que en la triste España de Zapatero, donde se convirtió en un pretexto para justificar el izquierdismo mesiánico de un líder insignificante, siendo utilizada como florero a su pesar.
            Isabelo Herreros ha escrito un modélico manual de intrahistoria. Sabemos más de los años republicanos por la cotidianidad que por los hechos señeros. Viendo cómo vivían los españoles de aquel tiempo, comprendemos la esperanza que anidó en lo más hondo de sus corazones. Y uno querría esa esperanza para el presente. Una esperanza que no se viera frustrada por otro giro del péndulo. Afortunadamente, por más ropas que se le cuelguen, la desnuda belleza del cuerpo sigue latiendo debajo. Y el destino de todo lo postizo es hacerse añicos.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 1 de mayo, 2012 

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