martes, 14 de enero de 2014

CATALUÑA AL SUR

«¡Bendecid, Señor, a Cataluña!» 

Ayuntamiento de Játar (Granada), sito en la plaza de Cataluña, tal y como puede leerse en la placa callejera que aparece en la parte superior izquierda de la imagen (click para ampliar). Foto: Lo Real Invisible
Cataluña al sur

Si quieres darte un paseo por la plaza de Cataluña, no tienes que viajar al norte; puedes quedarte en Granada. Y lo mismo para ir a Gerona o a Lérida o a Tarragona… Hay muchas cataluñas, pero todas están en el pueblecito granadino de Játar, cuyo Ayuntamiento se halla en la plaza de Cataluña, de la que parte la calle Barcelona, cruzada a su vez por las calles Lérida, Gerona y Tarragona. ¡Es la Cataluña granadina! ¿A que resulta asombroso encontrarla frente a la sierra de Tejeda y no ante la de Montserrat?
El devastador terremoto del día de Navidad de 1884, cuyo epicentro estuvo en la cercana población de Arenas del Rey, produjo tantos damnificados y suscitó tal ola de apoyo en toda España que, lejos de confiar el amparo al Estado, fueron las fuerzas vivas quienes lo asumieron sobre sus espaldas. Los funcionarios públicos renunciaron a parte del sueldo de febrero de 1885 para solventar las necesidades más perentorias. Los mineros de Linares reconstruyeron Agrón. La Asociación de la Prensa de Barcelona lanzó una campaña a través de La Vanguardia que cuajó en la construcción en Játar de un nuevo barrio con plaza, Ayuntamiento, escuelas y viviendas. Todo fue trazado conscientemente como un trozo de Cataluña, hasta el punto de que cuando el periodista Josep Ventalló i Vintró, que posteriormente sería alcalde de Tarrassa, viajó meses después a la zona, tituló el libro en que daba cuenta de sus impresiones “Viaje a la Nueva Cataluña”. ¡Játar era la Nueva Cataluña!
Aquél fue un decidido proyecto al que se quiso llevar la racionalidad y avances científicos del momento, contando incluso con informes geológicos para que las construcciones estuvieran al abrigo de futuros movimientos sísmicos.  Hasta los mínimos detalles debían recordar que se trataba de una nueva Cataluña, por lo que la señera ondeó en las escuelas acompañando a la bandera española que pendía del Ayuntamiento. Los llamadores de las puertas se diseñaron con el blasón de armas de Cataluña. La fuente de la plaza, según nos relata Josep Ventalló, llevaba “un pedestal con los escudos de Cataluña”, coronado por la “estatua de un pescador catalán de tamaño casi natural con la típica barretina”. Lamentablemente hoy ha desaparecido esta fuente, no están los tiradores o bien no acabaron de ponerse, y ya no ondea en ninguna parte la bandera del Principado, aunque el barrio, la plaza y las calles han conservado celosamente los nombres.
Este trozo catalán en un privilegiado enclave del sur es para mí el símbolo de cómo Cataluña ha permeado España, haciéndola idéntica en muchas cosas. Cuando simplistas visiones hablan de Cataluña como ajena a España, olvidan hasta qué extremo la segunda está catalanizada. Las raíces son tan inextricables que cortarlas supondrá un inmenso sufrimiento que padecerán en primer lugar los catalanes, pues sus venas corren por el noventa por ciento del cuerpo español. Si alguna vez la bandera de España no ondea en Cataluña, será tan triste como que la bandera catalana no ondee en Játar, donde debía seguir haciéndolo en algún lugar de ese barrio que la solidaridad de la prensa barcelonesa erigió orgullosa y apasionadamente. Los vecinos estaban tan agradecidos que la rudimentaria y provisoria capilla que levantaron en las eras del pueblo ostentaba este cartel: “¡Bendecid, Señor, a Cataluña!”.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 14 de enero, 2014

3 comentarios:

  1. Pues deberían hacerme ciudadano honorífico. Ahora en serio: a uno de los innumerables terremotos de Turquía acudieron los bomberos de Israel (y lo que es peor, ¡con perros!) y salvaron un montón de gente. Los turcos se maravillaron de que los judíos no tenían rabo (me refiero, claro está, por detrás). Es cierto que viajando se aprende a ser ciudadano del mundo, pero tiene que ser con los ojos abiertos. Si uno los mantiene wide shut, la hemos cagado.

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  2. Nerja tendrá un turismo de invierno gracias a su sierra, sin necesidad de destruirla con las 1000 casas del campo de golf. Y a pesar de la ceguera de sus políticos.

    Salvemos la belleza de Sierra Almijara
    No al campo de golf con 1000 viviendas
    Por favor firmar la protesta en change.org
    http://chn.ge/19hXVqN
    http://miguelbueno.blogspot.com/

    Gracias Gregorio.

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