martes, 17 de marzo de 2015

SOLO ANTE EL PELIGRO

«Imposible contener a Fernando de Villena en algún esquema al uso» 

Portada del libro "La revolución pacífica y otros artículos conflictivos" (Ediciones Carena), de Fernando de Villena 

Solo ente el peligro 

Lo  normal es ser revolucionario en la juventud y conservador en la madurez, pero al escritor granadino Fernando de Villena, como a Valle Inclán, le ha ocurrido al contrario: ha pasado de ser un esteta a un hombre fieramente comprometido con su tiempo, como demuestran las combativas reflexiones que presenta mañana en la librería Picasso y que ha reunido en “La revolución pacífica y otros artículos conflictivos” (Carena). Tan conflictivos que no desea embarcar a nadie en la presentación, de modo que estará solo ante el peligro, como los valientes, con sus ideas utópicas y radicales que lo han decantado hacia movimientos como el 15M.
“La revolución pacífica” es una bomba envuelta en papel de regalo. Lo segundo porque descuella la solidaridad con los desfavorecidos, con los masacrados por el sistema, y, aunque esta empatía es verdad, suena a dejá vu por la repetición hipócrita de políticos y clérigos, siendo el lado más amable de su reivindicación, el que nadie osaría impugnar. Pero más allá de esta empatía universal hacia los perdedores, están las opiniones incómodas, hasta el punto de que a mí mismo me han hecho chirriar. Y es que, para Fernando de Villena, el problema del mundo radica en el FMI, en la extracción no democrática de sus miembros, y lo que resulta más controvertido, en que son judíos y apoyan por tanto el sionismo internacional, fomentando la humillación de los países árabes y la esclavitud global mediante el hundimiento de las economías locales y el forzamiento de draconianos rescates financieros. Esto lo afirma Fernando de Villena dejando clara su simpatía por los judíos que buscan la paz y critican lo que él denomina “holocausto del pueblo árabe”. Pero, a pesar de todo, yo veo en sus denuncias el peligro del antisemitismo, me parece correcto que critique al FMI pero no que lo haga por la condición judía de sus miembros, lo que nos conduciría al pogromo… ¡Y, además, el dinero está por encima de cualquier religión, tiene su propia lógica, su propia codicia!
Disiento, pues, en este aspecto de Fernando de Villena y, sin embargo, admiro su falta de acritud pensando como piensa, su hermoso hincapié en la fraternidad (junto a la libertad y la igualdad) y su defensa a ultranza del pacifismo, un pacifismo, sin embargo, tan revolucionario como el de Gandhi o Luther King. «Se intentará extender la revolución pacífica fuera de nuestras fronteras. Se exigirá la total disolución del FMI del cual nacen todas las injusticias sociales de nuestro tiempo y se pedirá que sean llevados a juicio los miembros de su concejo ejecutivo», escribe a los militantes del 15M.
De lo que no cabe duda es de la clarividencia de Fernando de Villena: fue uno de los primeros en denunciar la venta del oro del Banco de España por Zapatero y el peligro del papel-moneda; previó con lucidez que la guerra de Irak se extendería al resto de los países árabes; y fue el único en vislumbrar entre los intelectuales españoles la sombra alargada de los servicios secretos en la vida cultural.
¡Imposible contener a Fernando de Villena en algún esquema al uso! Nos hallamos ante un consumado francotirador, audaz y temerario. Mañana estará con las botas puestas, solo ante el peligro, con el pacífico pero inquietante revólver de su libro en la mano.

GREGORIO MORALES VILLENA
Diario IDEAL, martes, 17 de marzo, 2015 

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